El mes pasado, una de nuestras compañeras becarias del CCAC, Verónica Ferman, presentó sus hallazgos de un estudio de siete meses sobre los árboles y su impacto en la mitigación del Efecto Isla de Calor Urbana (UHI, por sus siglas en inglés). Según la EPA, las islas de calor urbano ocurren cuando las ciudades sustituyen la cubierta natural del suelo con concentraciones densas de pavimento, edificios y otras superficies que absorben y retienen el calor. Este efecto aumenta los costos energéticos (por ejemplo, para el aire acondicionado), los niveles de contaminación del aire y las enfermedades y mortalidad relacionadas con el calor. Los estudios de Ferman encontraron que las áreas sombreadas por árboles son significativamente más frescas, con una temperatura promedio 16.23°F más baja que las áreas sin sombra, y con temperaturas al mediodía hasta 21.16°F más frescas. El asfalto mostró el mayor beneficio del sombreado, mientras que el pavimento permeable sin sombra fue más fresco que el asfalto, sugiriendo que los materiales porosos pueden ayudar a reducir el calor superficial.
Ferman recomienda realizar investigaciones adicionales sobre factores como el índice de área foliar, la densidad del dosel y la altura de la copa para entender mejor estos hallazgos. Sugiere que Tree San Diego continúe explorando estas variables, con mediciones precisas y recopilación de datos durante las estaciones más calurosas. Investigaciones futuras pueden guiar estrategias específicas del sitio para mitigar el Efecto Isla de Calor Urbana y mejorar el confort térmico urbano dentro del clima único de San Diego. Es crucial mantener y cuidar adecuadamente los árboles para maximizar los beneficios de enfriamiento proporcionados por árboles saludables. Integrar estos conocimientos en el desarrollo urbano puede crear un ambiente más resiliente y saludable para los residentes de San Diego.